A los 17 años de edad le diagnosticaron leucemia pero lejos de venirse abajo supero su enfermedad y al poco tiempo ya era conocida como la mejor deportista de Polonia, proclamándose bicampeona de Europa, la enfermedad la hizo someterse constantemente a transfusiones de sangre, como gesto de apoyo miles de polacos donaron sangre.
En 2007 contrajo matrimonio con Jacek Olszewski, pero su débil salud no le permitio hacer el viaje de bodas, pronto quedo embarazada y unas pocas semanas después los médicos descubrieron que su enfermedad se había agravado, los médicos le aconsejaron un transplante de medula, fue entonces cuando tomo la heroica decisión de postergar el transplante para no poder en riesgo su embarazo.
Ágata se sometió al transplante poco después de dar a luz a su hija Liliana, sufriendo una infección mortal. Sus funerales se celebraron el mismo día y en la misma iglesia donde había contraído matrimonio el año anterior. En declaraciones del obispo Marian Florczyk, quien presidio los funerales, -Polonia recibió de Agata un testimonio de amor, maternidad, deseo de dar vida y el amor heroico a un niño no nacido.
Agata declaro a un periódico no haberse arrepentido nunca de quedarse embarazada, "la noticia de que hiva a ser madre me hizo sentir afortunada. Me alegro mucho porque sentiría lo que ser una madre y le daría a mi esposo algo bueno de mi misma", declaro.
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